Los Órdenes del Amor son los siguientes:
PERTENENCIA
- Todos los miembros de un sistema tienen derecho a pertenecer y ser parte de dicho sistema. Desde nuestra concepción somos parte del núcleo familiar por derecho y la muerte tampoco excluye a nadie que forme parte del núcleo familiar. No hay grados de pertenencia, todos tenemos el mismo derecho. Dentro del núcleo familiar es necesario el orden de los pertenecientes y la inclusión de todos ellos, no basta con el amor. El sentimiento de no pertenencia es una de las sensaciones más dolorosas que las personas experimentamos, y la vida nos lo muestra en forma de crisis.
El ORDEN
- El que llegó primero tiene prioridad. Se respeta el orden cronológico. Los padres vienen antes que los hijos, el primogénito antes que el siguiente, el primer cónyuge antes que el segundo, etc. Los primeros tienen derechos y deberes frente a los que llegaron después. Cuando en un sistema familiar se altera el orden, se producen tensiones. Por ejemplo: Si una hija se posiciona de pareja de su padre (en el inconsciente) o un hijo de pareja de su madre la relación no será sana y habrá un sentimiento de vacío existencial en los hijos, además ninguno de ellos estaría asumiendo su propio destino. Lo mismo sucede si haces de padre o madre con tu pareja, esto termina deteriorando la relación, una relación de pareja sana debe tener un equilibrio entre el dar y recibir, debe ser una relación entre iguales.
RELACIÓN
- Las relaciones humanas equilibradas intercambian de forma equitativa el dar y tomar entre ambos. En relaciones de iguales la calidad y continuidad de la relación dependerá de que haya igualdad en dicho intercambio y a mayor intercambio más placentera es la relación. No sería lo mismo cuando la relación es de padres e hijos ya que los padres han dado a los hijos algo que no se puede devolver: la vida.
